Cocina Popular Paleña
Hace unos días tuve el honor de participar en las 1ª Jornadas Cocina Popular Paleña, mientras caminaba en dirección al Restaurante Mar de Pedregalejo, restaurante que pertenece al Grupo Gorki y lugar de reunión, no pude evitar hacer una foto, aunque ese recorrido lo hago con mucha frecuencia, siempre me sorprende la belleza y lo diferente que es cada día, no me podréis negar que dan ganas de quedarse allí contemplando esta maravilla, pero nó, me quedaba poco para llegar al restaurante y saludar a los amigos y conocer a nuevos, esto es otra de las cosas buenas que tienen estas jornadas.
Entre presentaciones, saludos y risas nos fuimos acomodando en la gran mesa que habían preparado, y empezó el desfile de platos, platos marineros, platos de cuchara, con mucho Sabor a Málaga, platos que salieron de la mano de Cristian, como no podía ser menos, un paleño que conoce a la perfección las raíces de su barrio y que con su buen hacer, nos deleitó plato a plato.
El primero en abrir los sentidos y el paladar fue un gazpachuelo, no podía ser de otra manera, nuestro gazpachuelo malagueño, plato humilde.
foto "robada" de la web del restaurante |
Entre presentaciones, saludos y risas nos fuimos acomodando en la gran mesa que habían preparado, y empezó el desfile de platos, platos marineros, platos de cuchara, con mucho Sabor a Málaga, platos que salieron de la mano de Cristian, como no podía ser menos, un paleño que conoce a la perfección las raíces de su barrio y que con su buen hacer, nos deleitó plato a plato.
El primero en abrir los sentidos y el paladar fue un gazpachuelo, no podía ser de otra manera, nuestro gazpachuelo malagueño, plato humilde.
Un plato que nació seguramente del aprovechamiento y la necesidad, posiblemente la más conocida de nuestras sopas fuera de nuestra tierra.
Seguimos con una cazuela de fideos con coquinas, otro plato de cuchara málagueño, marinero, coronado con un boquerón malagueño, ese boquerón plateado de carne blanca y delicado sabor que lo diferencian del resto.
Almejas a la marenga, aquí se une el mar y la montaña, y por supuesto un buen trozo de pan no puede faltar para mojar en la deliciosa salsa de tomate, y de sea manera aplacaban el hambre en tiempos de escasez.
Otro plato mítico de nuestra cocina marinera, la Moraga de Sardinas, aunque la sardina en estos meses no está en todo su esplendor, Cristian consiguó sacarle el mayor rendimiento a la humilde sardina y convertirlo en uno de los mejores platos que pudimos degustar.
Que no daría yo por una ensalá de pimientos asaos acompañada de pescaitos fritos, pero claro quienes elaboraron la carta son buenos conocedores de los platos marineros, así que apareció en escena la reina de nuestras ensaladas, hace añosss se solía acompañar con un gran plato de chanquetes fritos, eso si era tocar ya el cielo.
Olla de pulpo con garbanzos, un plato intenso, delicioso, el pulpo en su punto de terneza, otro plato marengo, de cuchara, de los que llenan el estómago y te dejan una agradable sonrisa.
Bacalao encebollao, con el punto crujiente que le da el tirabeque.
Y llegó el arroz, he de confesar que no me cabía ni una cuchara más, pero por favor Arroz a la parte, imposible decir que no, adoro el arroz y este cuando nos lo presentó el camarero despedía tal aroma que tuve que hacer hueco para no solo comerlo, deleitarme comiéndolo.
Terminado el arroz, me dije bueno hasta aquí hemos llegado, en la carta ya no ponía nada más, y me he portado como una campeona comiendo, pero nooo de nuevo los camareros aparecieron con otro plato, y es natural una gran comida tiene que terminar con un gran postre, y las torrijas con helado de turrón lo eran, sencillamente deliciosas, tan naturales y caseras que por un momento pensé que me estaba comiendo una de mis torrijas.
Y ya solo me queda enseñaros la foto de vuelta a casa, solo para que os hagáis una pequeñita idea de las vistas que tiene mi barrio paleño.
Creo que después de lo que habéis visto, solo deciros que en Mar de Pedregalejo son especialistas en pescados, mariscos, fritura malagueña, arroces, guisos marineros, buena carta de vinos, excelente servicio y todo esto con la comodidad y servicio de un buen restaurante, disfrutando de la cocina popular paleña y mirando al mar , y para mayor comodidad, muy cerca del restaurante un parking privado para sus clientes, todo pensado para disfrutar.
Seguimos con una cazuela de fideos con coquinas, otro plato de cuchara málagueño, marinero, coronado con un boquerón malagueño, ese boquerón plateado de carne blanca y delicado sabor que lo diferencian del resto.
Almejas a la marenga, aquí se une el mar y la montaña, y por supuesto un buen trozo de pan no puede faltar para mojar en la deliciosa salsa de tomate, y de sea manera aplacaban el hambre en tiempos de escasez.
Otro plato mítico de nuestra cocina marinera, la Moraga de Sardinas, aunque la sardina en estos meses no está en todo su esplendor, Cristian consiguó sacarle el mayor rendimiento a la humilde sardina y convertirlo en uno de los mejores platos que pudimos degustar.
Que no daría yo por una ensalá de pimientos asaos acompañada de pescaitos fritos, pero claro quienes elaboraron la carta son buenos conocedores de los platos marineros, así que apareció en escena la reina de nuestras ensaladas, hace añosss se solía acompañar con un gran plato de chanquetes fritos, eso si era tocar ya el cielo.
Olla de pulpo con garbanzos, un plato intenso, delicioso, el pulpo en su punto de terneza, otro plato marengo, de cuchara, de los que llenan el estómago y te dejan una agradable sonrisa.
Bacalao encebollao, con el punto crujiente que le da el tirabeque.
Y llegó el arroz, he de confesar que no me cabía ni una cuchara más, pero por favor Arroz a la parte, imposible decir que no, adoro el arroz y este cuando nos lo presentó el camarero despedía tal aroma que tuve que hacer hueco para no solo comerlo, deleitarme comiéndolo.
Terminado el arroz, me dije bueno hasta aquí hemos llegado, en la carta ya no ponía nada más, y me he portado como una campeona comiendo, pero nooo de nuevo los camareros aparecieron con otro plato, y es natural una gran comida tiene que terminar con un gran postre, y las torrijas con helado de turrón lo eran, sencillamente deliciosas, tan naturales y caseras que por un momento pensé que me estaba comiendo una de mis torrijas.
Y ya solo me queda enseñaros la foto de vuelta a casa, solo para que os hagáis una pequeñita idea de las vistas que tiene mi barrio paleño.
Creo que después de lo que habéis visto, solo deciros que en Mar de Pedregalejo son especialistas en pescados, mariscos, fritura malagueña, arroces, guisos marineros, buena carta de vinos, excelente servicio y todo esto con la comodidad y servicio de un buen restaurante, disfrutando de la cocina popular paleña y mirando al mar , y para mayor comodidad, muy cerca del restaurante un parking privado para sus clientes, todo pensado para disfrutar.
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