Conejo al ajillo

Siempre que guiso conejo me vienen recuerdos  de mi madre y mis hermanos, de mi infancia, cuantas veces después de almorzar sobre todo en verano, mi madre y mis hermanas  se ponía o trocear muy pequeñito las cascaras de melón y  sandía, que luego lo mezclaba con pienso y  servía para comida los pollos y aquellos enormes manojos de alfalfa fresca  que le dábamos a los conejos  que ella criaba, me encantaba acercarles la alfalfa a los conejos y ver como movían la naricilla mientras devoraban las ramitas de alfalfa que yo les iba acercando,  recuerdo el sabor de aquellas carnes prietas que tardaban su tiempo en guisarse, no como los de ahora que como te descuides de deshacen sin darte cuenta

 Ingredientes:
2 muslos y dos paletillas de conejo
10 dientes de ajo
1 cucharadita de orégano
250 grs. de vino blanco
4 cucharas de aceite de oliva virgen extra
1/4 cucharadita de ralladura de limón
sal




Modo de hacerlo: 
En una cacerola he puesto el aceite a calentar, echo los dientes de ajo, les he dado un golpe con el cuchillo y sin pelarlos los echo en la cacerola lo dejo un minuto para que tomen color,   añado el orégano y el conejo, y lo dejo dorar a fuego fuego fuerte.

Cuando ha cogido un bonito color dorado, añado el vino y un poco de agua, tapo la cacerola y bajo el fuego para que vaya haciéndose lentamente y no evapore mucho,  y lo dejo hacer 40 minutos o hasta que la carne esté tierna, en el último momento añado la ralladura de limón, queda una salsita espesa, y los ajos casi  deshecho.
Ya  solo hay que ponerlo en el plato con un buen trozo de pan al lado y disfrutar.