Viaje al corazón de la Aceituna Aloreña de Málaga
Hoy llueve en Málaga, no mucho pero llueve, aunque espero que la lluvia sea más abundante en los campos malagueños y que esa lluvia sea un mamá caído del cielo y engorde sus frutos, que al agricultor que se deja la vida en sus campos le desaparezca la tristeza en la mirada cuando ve sus árboles secándose y la fruta cayendo al suelo por falta de lluvia.
Hace unos días tuve el privilegio de ser invitada al corazón de la aceituna aloreña, para ver el proceso de la aceituna desde el olivar hasta su envasado, saborear la deliciosa cocina, aprender de su historia, y pasar un día perfecto con su gente, a mi parecer lo mejor que tiene Alora , los "PEROTES" son gente trabajadora, abierta, simpática, luchadora, emprendedora, enamorada de su pueblo, y como dice mi querida amiga Toñi, son "apretaos", apretaos en cariño, apretaos en hospitalidad, en generosidad ........
Poder ver y tocar esos olivos milenarios, apreciar como el paso del tiempo los va dividiendo en dos, cuanta historia encerrada en esos viejos troncos huecos y retorcidos, pero que siguen dándonos lo mejor de ellos, "su fruto", esa aceituna aloreña que es apreciada y deseada en todo el Mundo, ver incipientes acebuches que con el paso del tiempo y las manos sabias de los agricultores, algún día serán imponente olivos.
El proceso artesanal y la calidad suprema de la aceituna aloreña, hace que sea conocida como
La recolección de la aceituna aloreña se hace a mano, una a una, a este sistema se le llama de "ordeño", es depositada en cestos que el agricultor lleva colgado de la cintura, para luego depositarla con mimo en cajas que serán llevadas a las plantas de aderezo, donde serán seleccionadas por su calibre.
Una vez clasificadas y lavadas, se sigue el proceso para obtener las tres variedades de Aceituna Aloreña de Málaga, Verde Fresca, Tradicional y Curada.
La aceituna aloreña tiene un hueso flotante, permitiendo que la pulpa se despegue fácilmente del hueso, su textura crujiente y porosa facilita la penetración de los aliños, y la presencia de su piel nos indica la ausencia de tratamiento alcalino.
El aliño característico de la aceituna aloreña, agua, sal, tomillo, hinojo, pimiento rojo y ajo, y todo el saber de generaciones de agricultores dedicados a su cultivo.
De la gastronomía de Álora que os puedo contar, que son muchos los platos derivados de la riqueza de su fértil vega, quizás la más conocida sea la Sopa Perota, pero hay mucho más, como el Bolo una receta que sale del aprovechamiento de la Sopa Perota, el Majillo de espárragos, el Pimentón, el Calabacete, las empanadillas de polvo de batatas , los Roscos de "puerta de horno" ......
De la mano de María y María José dos "perotas" encantadoras, nos llevaron de ruta por Álora, su casco urbano está dividido en dos zonas separadas por el río Guadalhorce, en la arteria principal de la ciudad nos encontramos con el monumento a la Faenera, un bronce realizado en el siglo XX homenaje al trabajo silencioso e invisible de la mujer rural.
La tarde se puso lluviosa, y parte del recorrido tuvimos que hacerlo en coche, llegamos al Museo Rafael Lería, un sitio donde conocer la historia y el patrimonio artístico de Alora, María José nos detalló paso a paso la procedencia de los objetos expuestos, y las actividades que ha tenido y tiene desde que se inauguró. El Museo de Rafael Lería es un museo muy vivo y activo.
Del museo pasamos a la Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación situada en la Plaza de la Despedía, se tardó un siglo en su construcción 1600-1699 y es una de las iglesias más grandes de la diócesis después de la Catedral de Málaga, me pareció majestuosa con esas impresionantes columnas toscanas, los frescos del siglo XVIII representando a los doce apóstoles, y el imponente techo de madera de estilo mudéjar.
Y como la tarde empieza a levantar y las nubes a desaparecer, nos dirigimos al castillo, situado en el Cerro de las Torres, construido por los árabes en la Edad Media aunque sus orígenes son fenicios y romanos.
En 1680 el castillo se vio afectado por un terremoto, a partir de ese momento se dedicó a Camposanto. En 1931 fue declarado Monumento Histórico Nacional, es el legado más importante que dejaron los árabes al pueblo de Alora.
Desde la Torre del Homenaje se divisa el espectacular paisaje de la fértil vega de Alora, el sinuoso paso del río Guadalhorce dividiendo Alora en dos mitades, y como regalo un precioso arco iris nos despedía la tarde.
Adosada al castillo nos encontramos con la Antigua Parroquia de La Encarnación, de estilo gótico, y estaría compuesta por tres naves, el altar mayor es lo que en la actualidad ha quedado de ella.
Si habéis llegado hasta aquí con lo que os he contado, ya solo os queda dar un paso más, visitar Alora, y entonces podréis entender lo parca en palabras y elogios que he sido.
Hace unos días tuve el privilegio de ser invitada al corazón de la aceituna aloreña, para ver el proceso de la aceituna desde el olivar hasta su envasado, saborear la deliciosa cocina, aprender de su historia, y pasar un día perfecto con su gente, a mi parecer lo mejor que tiene Alora , los "PEROTES" son gente trabajadora, abierta, simpática, luchadora, emprendedora, enamorada de su pueblo, y como dice mi querida amiga Toñi, son "apretaos", apretaos en cariño, apretaos en hospitalidad, en generosidad ........
Poder ver y tocar esos olivos milenarios, apreciar como el paso del tiempo los va dividiendo en dos, cuanta historia encerrada en esos viejos troncos huecos y retorcidos, pero que siguen dándonos lo mejor de ellos, "su fruto", esa aceituna aloreña que es apreciada y deseada en todo el Mundo, ver incipientes acebuches que con el paso del tiempo y las manos sabias de los agricultores, algún día serán imponente olivos.
El proceso artesanal y la calidad suprema de la aceituna aloreña, hace que sea conocida como
"la pata negra de las aceitunas aliñadas"
por su bajo contenido en oleuropeina (componente amargo de las aceitunas) y que en esta variedad es especialmente bajo, lo que permite que en tan solo 48 horas en salmuera las aceitunas estén dulces y listas para su consumo, la aceituna aloreña es la única aceituna de España con Denominación de Origen Protegida y una de las pocas del Mundo. La recolección de la aceituna aloreña se hace a mano, una a una, a este sistema se le llama de "ordeño", es depositada en cestos que el agricultor lleva colgado de la cintura, para luego depositarla con mimo en cajas que serán llevadas a las plantas de aderezo, donde serán seleccionadas por su calibre.
Una vez clasificadas y lavadas, se sigue el proceso para obtener las tres variedades de Aceituna Aloreña de Málaga, Verde Fresca, Tradicional y Curada.
La aceituna aloreña tiene un hueso flotante, permitiendo que la pulpa se despegue fácilmente del hueso, su textura crujiente y porosa facilita la penetración de los aliños, y la presencia de su piel nos indica la ausencia de tratamiento alcalino.
El aliño característico de la aceituna aloreña, agua, sal, tomillo, hinojo, pimiento rojo y ajo, y todo el saber de generaciones de agricultores dedicados a su cultivo.
De la gastronomía de Álora que os puedo contar, que son muchos los platos derivados de la riqueza de su fértil vega, quizás la más conocida sea la Sopa Perota, pero hay mucho más, como el Bolo una receta que sale del aprovechamiento de la Sopa Perota, el Majillo de espárragos, el Pimentón, el Calabacete, las empanadillas de polvo de batatas , los Roscos de "puerta de horno" ......
De la mano de María y María José dos "perotas" encantadoras, nos llevaron de ruta por Álora, su casco urbano está dividido en dos zonas separadas por el río Guadalhorce, en la arteria principal de la ciudad nos encontramos con el monumento a la Faenera, un bronce realizado en el siglo XX homenaje al trabajo silencioso e invisible de la mujer rural.
La tarde se puso lluviosa, y parte del recorrido tuvimos que hacerlo en coche, llegamos al Museo Rafael Lería, un sitio donde conocer la historia y el patrimonio artístico de Alora, María José nos detalló paso a paso la procedencia de los objetos expuestos, y las actividades que ha tenido y tiene desde que se inauguró. El Museo de Rafael Lería es un museo muy vivo y activo.
En 1680 el castillo se vio afectado por un terremoto, a partir de ese momento se dedicó a Camposanto. En 1931 fue declarado Monumento Histórico Nacional, es el legado más importante que dejaron los árabes al pueblo de Alora.
Desde la Torre del Homenaje se divisa el espectacular paisaje de la fértil vega de Alora, el sinuoso paso del río Guadalhorce dividiendo Alora en dos mitades, y como regalo un precioso arco iris nos despedía la tarde.
Adosada al castillo nos encontramos con la Antigua Parroquia de La Encarnación, de estilo gótico, y estaría compuesta por tres naves, el altar mayor es lo que en la actualidad ha quedado de ella.
Si habéis llegado hasta aquí con lo que os he contado, ya solo os queda dar un paso más, visitar Alora, y entonces podréis entender lo parca en palabras y elogios que he sido.
PUfff, Reme un pedazo de entrada sobre la aceituna aloreña y sobre el recorrido turístico por Álora que tuvimos juntas el privilegio de realizar. Refrendo todas tus bonitas palabras sobre este pueblo tan malagueño, sobre sus gentes y el cariño y generosidad que nos acogieron. Gracias María, María José, Toñi por hacerlo posible. Y gracias a ti por dejar este recuerdo en tu blog de un día tan maravilloso.
ResponderEliminarUn beso grande!
Gracias mi niña, sabes que para mi siempre es un lujo y un privilegio pasar un dia contigo.
EliminarBesitossss